El fenómeno del Niño llega a Bolivia con la peor sequía en décadas

Bolivia está siendo castigada por la peor sequía de los últimos años, llegando a puertas de una emergencia nacional. En medio de esta situación crítica por la escasez de agua, las autoridades no denotan soluciones a corto plazo, mientras los vaticinios en base a estudios pronostican una larga sequía hasta fin de año o, incluso, hasta febrero de 2024.

Este fenómeno al que se le ha denominado “El Superniño” no sólo se ensaña con el área rural, sino también con las ciudades capitales e intermedias. Un claro ejemplo es Potosí, donde la falta de agua es endémica, por lo que esta semana ingresó en un estricto racionamiento, mientras otras ciudades como La Paz, Oruro, Cochabamba y el mismo Sucre, sufren de una reducción en sus afluentes y depósitos, debido al cambio climático.

Gonzalo Mondaca, ingeniero ambiental e investigador adjunto del Centro de Documentación e Investigación Bolivia (Cedib), manifiesta que “casi con toda seguridad es la peor sequía de los últimos tiempos y que en gran medida se debe al cambio climático (efectos del fenómeno del Niño y la Niña)”.

“Si comparamos los valores registrados en 2015 y 2016 podemos decir que los de ahora están muy por encima, inclusive más alto del que se podría esperar. Tenemos que empezar a buscar soluciones de emergencia, porque las posibilidades de que llueva son mínimas y la respuesta de las autoridades es que ‘esperemos que llueva en enero y febrero’”, manifestó en contacto con Correo del Sur Radio FM 90.1 y 980 AM.

Para el jefe de la Unidad de Meteorología y Climatología del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Willy Rocha, las precipitaciones que se esperaban no han cumplido las expectativas desde principios de año, situación que coadyuvó a la escasez de agua en esta temporada, considerada como la más seca del año.

“A momento estamos se puede decir en el mes más seco del año, sin embargo, estamos sufriendo un impacto bastante significativo por las pocas precipitaciones que se han ido registrando en los anteriores meses”, sintetizó.

De acuerdo a los reportes de monitoreo de sequía, las cuales se publican de manera mensual, la autoridad detalló que en gran parte del Occidente del país se tiene una sequía débil y moderada, al igual que en Los Yungas y también el Chapare, mientras que la más severa se ensañó con la región del Altiplano y de manera puntual con los Valles y el Chaco.

LAS CAUSAS

Mondaca identificó dos aspectos puntuales para este fenómeno: la deforestación y la minería, actividades que están eliminando los puntos húmedos de adsorción y consumiendo el agua dulce para otros fines.

“Todos los indicadores nos están mostrando que la deforestación producida al menos en dos a tres décadas en la Amazonia, más el Fenómeno del Niño están intensificando la disminución de la humedad que pueden llegar a nuestras ciudades en forma de lluvia”, señaló.

Lamentó que con la anulación de la aprobación de un proyecto de ley que apuntaba a proteger las fuentes de agua, se haya dado “un retroceso muy grande y haya derivado en este fenómeno que castiga al país”.

Apunto como un “segundo golpe” a la aprobación de la Ley Minera en 2014 que le otorgó facilidades a ese rubro, tanto para operar y utilizar agua dulce, y que ahora tiene ventajas legales sobre el resto.

¿QUÉ MEDIDAS ASUMIR?

En el mediano y largo plazo es trabajar en una acción y estrategias nacionales incluso regionales, para detener la deforestación que sigue siendo el mayor reto ambiental de Bolivia, priorizando el agua dulce para el consumo humano y la agricultura de subsistencia, es decir la producción de alimentos.

También la minería representa un problema, y plantea unirse para reducir la cantidad de agua que utiliza el rubro.

“De hecho habría que restringirla y el Estado debe de parar la deforestación de la amazonia, detener cualquier acción que afecte los bosques primarios y también prestar atención a los lugares donde hay más humedad”, sentenció.

RECOMENDACIONES

Se necesita una acción nacional incluso regional que proteja la Amazonía y también las zonas de humedad, además de restringir el agua dulce en la minería.

Chuquisaca: 24 municipios afectados

En Chuquisaca, de 29 municipios, 24 reportan sequía y, aunque no hay datos concretos, la Asociación de Gobiernos Municipales de Chuquisaca (Agamdech), advierte que “puede ser un año con mayor sequía”.

“A la fecha, hay reportes de escasez de agua en 24 municipios de los 29; entonces, casi de manera generalizada va empezando a sentirse el tema de la escasez. La poca lluvia que se ha tenido en la gestión anterior y a principios de este año viene afectando, tal vez en algunos municipios con un poquito más de profundidad”, declaró Ariel Galarza, presidente de la Agamdech, en Correo del Sur Radio FM 90.1 y 980 AM.

Asimismo, reveló que cuatro municipios vienen sopesando con una serie de problemas para el abastecimiento de agua: Villa Serrano, Padilla, Camargo y San Lucas, mientras que los cinco municipios de la región del Chaco están empezando a sentir los efectos del desabastecimiento no solamente para el consumo humano, también para el consumo animal.

Galarza también lamentó que en anteriores gestiones no se haya priorizado ni concientizado en el tema del uso del agua por lo que ahora se sopesa con esta consecuencia.

“Hoy por hoy estamos teniendo una serie de inconvenientes, porque si hubiéramos trabajado de manera responsable en lo que es el la cosecha del agua o el tema de lo que es el cuidado, seguramente hoy no estaríamos en las mismas condiciones, pero nosotros no estamos para quejarnos, estamos para poder trabajar de manera conjunta y dar soluciones, tal vez no será de manera definitiva, por lo menos circunstancialmente”,

Finalizó mencionando que para intentar mitigar este fenómeno se dotó de tanques de agua, se perforaron pozos, construir atajados, con el apoyo del Gobierno central.

Elapas afirma que en Sucre no hay desabastecimiento de agua

Pese al descenso del caudal de Cajamarca a la mitad, Elapas afirma que en Sucre no hay desabastecimiento de agua, ni tampoco crisis, solamente que las altas temperaturas provocaron elevados consumos y reducción de la presión en algunos sectores, mismos que se están compensando con el aporte de la aducción Ravelo.

“Es importante decir, desabastecimiento no existe, tenemos que ser muy claros, está existiendo reducción de presión en algunos sectores, por lo cual que se está haciendo de momento se está generando, en este caso el cuidado de tener los tanques a los niveles respectivos, a fin de poder garantizar con la presión. Todavía no tenemos sectores críticos”, manifestó el gerente general de la Empresa Local de Agua Potable y Alcantarillado Sucre (Elapas), Grover Urquizu.

De las dos fuentes que abastecen de agua a Sucre: Ravelo y Cajamarca, la segunda abastece de agua a casi el 10% de la población, marcó la mañana de ayer, martes, un mínimo de 17,5 litros por segundo.

También hubo reducción del caudal de Ravelo, pero Urquizo apuntó que activaron el bombeo de la planta de Fisculco, concebida para estas situaciones, que ya compensó los niveles incluso subió su aporte alrededor del 95% de la población.

“Estamos reduciendo el campo de Cajamarca en un 5% y el aporte de Ravelo nos está ayudando a compensar”, acotó la autoridad.

En cuanto a la distribución de agua por cisterna, fuera del área de concesión de Elapas, la demanda en agosto fue casi el doble de lo que se tenía en el primer trimestre de 2023.

Por ejemplo, en enero, febrero y marzo la Alcaldía distribuyó entre 1.442 y 1.477 metros cúbicos de agua, pero a partir de junio la demanda alcanzó los 2.394 metros cúbicos, pero en agostó rompió récord con 2.872 metros cúbicos.

En ese periodo de tiempo, las familias beneficiadas también se incrementaron de 1.000 a 2.750.

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